(Buenos Aires)
Se estrenó en el Teatro
de la Ribera “Ateneo para una familia”, una adaptación de la obra En familia de
Florencio Sánchez, con dramaturgia y dirección de Marcelo Mininno.
En cinco años,
el dramaturgo Florencio Sánchez da a la escena rioplatense un grupo de obras
que bastan para consagrarlo: M´hijo el dotor, La gringa, Barranca abajo, En
familia, Los muertos y nuestros hijos.
Inspirado en “En
familia” Marcelo Mininno lleva el drama a las últimas décadas transcurridas en
la Argentina.
La obra nos
presenta a Damián, un hombre que regresa al hogar familiar tras un fracaso
económico, solo para encontrarse con una realidad aún más desoladora: una madre
cuya memoria se desvanece y un padre ludópata que ha apostado lo poco que
quedaba. Este regreso funciona como un disparador para explorar los
"surcos aprendidos" y los roles que, como en un teatro íntimo, los
personajes se ven forzados a interpretar.
La historia de
una familia atravesada por los problemas económicos que no hacen más que empeorar
se enmarca en la realidad social y política del país.
El hijo que
vuelve después de fracasar en un intento de progreso en una multinacional en la
Patagonia, se encuentra con el declive físico y moral de la familia de origen.
La situación económica es desastrosa y nadie parece saber qué hacer, más que
liquidar lo poco que les queda.
Hay una especie
de ritornello, una onomatopeya que alude al balido de las ovejas, y que se
intercala en algunas partes de la obra, y que se refiere tanto a la actividad
fallida del hijo que ha vuelto y también a la conducta de rebaño de los
personajes dejándose llevar por las circunstancias.
Mininno no se
limita a una adaptación; toma la esencia del clásico rioplatense "En
familia" (1905) y la proyecta sobre las últimas décadas de la Argentina.
El resultado es una dramaturgia escénica donde la memoria familiar se fusiona
con la historia colectiva, creando un relato conmovedor y de una vigencia
punzante.
Si bien no es
fácil adaptar el drama escrito en una época donde los problemas sociales,
políticos y económicos de la Argentina eran muy distintos, Mininno logra situar
la historia de esta familia en un marco complejo donde puede desarrollarse.
Florencio
Sánchez, después de triunfar en la escena en el Teatro rioplatense, busca
liberarse definitivamente de las miserias de la vida bohemia y se dirige a
Europa. Al embarcarse dijo que iba en busca de gloria y de pan. Lo engañó sin
duda un espejismo; tomó por estrella a una luz falsa. Y el soñado viaje
triunfal terminó bruscamente en un hospital de Italia, en Milán, en 1910. El
infortunio de su vida quedaba así definitivamente sellado por aquella muerte,
en la que parecía plasmarse su existencia de incurable bohemio.
El director y
dramaturgo Marcelo Mininno confesó que el proceso creativo estuvo marcado por
lo personal: "Escribí la pieza en duelo. Mis padres se morían y la
desintegración era total". Este doloroso proceso personal se transforma en
arte a través de un elenco encabezado por Agustín Rittano, Malena Figó, Karina
Antonelli y Horacio Marassi, todos egresados de la EMAD que accedieron a este
proyecto gracias a la Beca Podestá, cerrando para Mininno "un círculo
perfecto" con la institución donde se formó y donde hoy es profesor.
Con funciones a
partir del 27 de septiembre, "Ateneo para una familia" se perfila
como una de las propuestas teatrales más relevantes de la temporada, un espejo
en el que muchas familias argentinas podrán sentirse reflejadas.
Hay que destacar
el gran trabajo de Agustín Rittano como Damián, la actuación de Malena Figó,
Karina Antonelli, Horacio Marassi y el elenco integrado por egresados de la
carrera de Formación del Actor- Actriz de la EMAD: Diego Berone, Catalina Fusari Picollo, Leila
Ducrey, Benjamín Marco, Paula Rozenwrcel y Jonán Volman.
Bibliografía: Florencio Sánchez, Barraca
abajo, M´hijo el dotor, editorial Eudeba, Buenos Aires, 1969
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