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escena de La Gaviota |
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Muriel Santa Ana y Rubén Szuchmacher |
(Buenos Aires)
Bajo la premisa de explorar el arte, el amor y la eternidad, se estrenó
en la Sala Casacuberta del Teatro San Martín (Av. Corrientes 1530) una nueva
puesta de La Gaviota, la obra cumbre del dramaturgo ruso Antón Chéjov. Con versión
y dirección de Rubén Szuchmacher, en colaboración con Lautaro Vilo, esta
producción sumerge al público en el universo profundo y poético de uno
de los textos más relevantes de la historia del teatro universal.
La obra, que se presenta desde el 26 de septiembre, tiene funciones de
miércoles a sábados a las 20.30 horas y los domingos a las 19.30 horas.
Muriel Santa Ana en el personaje de Irina Nicoláievna Arkádina realiza
una excelente interpretación.
Los personajes tienen muchos matices que se logran a partir de muy buena dirección de Rubén Szuchmacher.
La gaviota es un clásico del teatro, estrenada originalmente en 1896. La obra trasciende la apariencia de un simple
drama sobre conflictos románticos y artísticos para convertirse en un estudio penetrante
de la condición humana, las aspiraciones frustradas y la búsqueda de sentido en
la vida. Es, sin duda, uno de los puntos más altos a los que puede aspirar
cualquier artista teatral.
La puesta cuenta con el sólido respaldo de un equipo creativo de primer
nivel: diseño de escenografía y vestuario a cargo de Jorge Ferrari, diseño de
iluminación de Gonzalo Córdova, música y diseño sonoro de Jorge Haro, y diseño
de movimiento de Marina Svartzman.
Selección del elenco a través de un taller
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