martes, 23 de abril de 2019

“Cuando el pichón crece” el tango de un quilmeño para la nostalgia

Jorge Padula Perkins
Julio Rolon
















(Buenos Aires) 

Prolífico autor quilmeño, Jorge Padula Perkins ha escrito letras para piezas musicales de los más variados géneros. Gran parte de ellas, han sido tangos.
Siempre acompañado por la creatividad de distintos compositores, en esta ocasión el poeta ha realizado también su propia música (con la colaboración técnica del Teatro Chillón Argentina).
 “Mi madre, que no casualmente era modista, -dice Padula Perkins- solía repetir un dicho relacionado con la ropa de los niños, cuyo rápido crecimiento hace que prontamente la ropa le quede chica; ‘Cuando el pichón crece, se le achica el nido’. A partir de ese concepto y en homenaje a ella, es que hice este tango, que trata sobre las diferentes percepciones del niño y del hombre”.
 Padula transcurrió su niñez en las cercanías de la esquina de Larrea e Intendente Oliveri (otrora Mendoza), en Quilmes Oeste. 
La versión original, estreno en línea a través de distintas redes sociales, está a cargo del guitarrista y cantor Julio Rolon, un artista litoraleño que ya ha interpretado varios temas con letra de Padula, de los cuales ha sido también compositor.
Rolon acentúa con musical maestría las emociones de este tango, poniéndolo así a la altura de las grandes creaciones del género.


Cuando el pichón crece.

Letra y música: Jorge Padula Perkins
Técnica musical: Teatro Chillón
Interpretación: Julio Rolon

“Cuando el pichón crece...
- decía mi vieja -
...se le achica el nido”
y así era...
...ahora soy un hombre  
con recuerdos
cuando antes era un pibe  
con quimeras.

Ya no me calza el pantalón
de fantasías
con el que el patio
se sentía una selva;
selva de yuyos, arbustos
y de higueras,
lugar de aventuras
en las siestas.

“Cuando el pichón crece...
- decía mi vieja -
...se le achica el nido”
y así era...
...ya perdí el talle propio
de la infancia
y el poder de imaginar
a toda vela.

No tengo ya la percepción
ni la mirada
de cuando chico  
las cosas veía.
Ahora el patio es un patio
y no selva
y las siestas no son
fantasías.

Salí volando del nido de la infancia;
porque al crecer
ya en su espacio no cabía.
Y en su lugar
se agranda ahora la nostalgia
por la niñez
cosida al bies por tanta vida.

en youtube:



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