(Buenos Aires)
Se estrenó Chau, Macoco en el Teatro San Martín, un espectáculo a lo
grande que repasa cuarenta años del grupo teatral Los Macocos.
En una de las escenas más audaces y transgresoras, y que rompe tabúes
(en el teatro) tres de las viudas, en el hospital, visitan a la futura viuda de un enfermo terminal (un
Macoco, el último en morir del grupo).
El humor negro, en este caso, es un bisturí para diseccionar la muerte,
la enfermedad terminal y la viudez. También un espejo de las mezquindades, la
ambición, y la falta de empatía que pueden suscitarse en una de esas
situaciones, tal vez reflejo de la realidad y de la época.
Quien esto escribe, viuda que atraviesa un duelo, pasó por la experiencia extrema, dolorosa, de cuidar a un
enfermo terminal, internado y puede escribir acerca de semejante situación,
todavía no lo ha hecho en forma personal.
Seguramente se puede hablar de ciertos temas en público sólo desde ese tipo de humor .
Dice Breton en el prólogo de la Antología del Humor negro “para participar en el torneo del
humor negro del humor es indispensable haber salido victorioso de numerosas
eliminatorias. El humor negro tiene demasiadas fronteras: la tontería, la
ironía escéptica, la broma sin gravedad…(la enumeración sería larga), pero
sobre todo, es el enemigo mortal del sentimentalismo con aire perpetuamente
acorralado – el eterno sentimentalismo sobre fondo azul – y de una cierta
fantasía de corto vuelo, que se toma demasiado a menudo por poesía, persiste
vanamente en querer someter el espíritu a sus caducos artificios, y que no
dispone ya de mucho tiempo para alzar sobre el sol, entre las demás semillas de
adormidera, su cabeza de grulla coronada”.
Dirigidos por **Mariana Chaud**, los cuatro
históricos (Casablanca, Salazar, Wolf y Xicarts) cruzan dos líneas narrativas:
La transgresión calculada, cuando las viudas
hablan de las urnas con las cenizas como si hablaran de vajillas y novedades de
moda.
Cero empatía. El humor nace de exagerar lo sórdido.
Decía André Breton, en su Antología del humor negro, que Freud da un
ejemplo de humor negro, grosero pero suficiente: el condenado al que se lleva a
la horca el lunes y grita “Esta semana sí que empieza bien”.
Hay contrapuntos
lúdicos en este espectáculo: el riguroso paso por el conservatorio, un profesor
obsesivo, gags clownescos, música.
Cada integrante del grupo hace un parentésis para contar su historia
personal.
Es muy buena la actuación, la escenografía, el diseño sonoro, la música, un espectáculo a lo grande.
El espectáculo se define como un “viudrama”. En él Los Macocos reconstruyen la
épica de cuarenta años de grupo. Las cuatro viudas de Los Macocos se juntan a
esparcir las cenizas de sus maridos, integrantes del grupo, en un teatro.
Durante este encuentro, las disputas por dinero, cartel y engaños se
suceden revelando lo cerca que se encuentra la exageración de la verdad.
Además, se visitan las biografías
de Los Macocos en clave documental desde los bebés que fueron, pasando por los
retazos de su formación teatral estricta, rígida, dura como sus cuerpos, hasta
sus últimos suspiros. ¡Chau, Macoco! se apoya en el humor para distorsionar,
exagerar y fantasear sobre el pasado conjunto. La memoria es escurridiza y los
recuerdos son un relato posible. Cuando se trata de un grupo que está
cumpliendo cuarenta años haciendo (o deshaciendo) teatro, esa memoria común es
una parte vital de esta “banda”.
En el marco de la celebración del 40° aniversario del grupo y en coincidencia con la temporada de ¡Chau, Macoco! en el Teatro San Martín, se presentará en el Centro Cultural Ricardo Rojas (espacio donde Los Macocos presentaron sus primeros espectáculos, entre ellos ¡Macocos Chou!) “Colección Macocos”, una exposición de fotos y objetos sobre su trayectoria. La curaduría es de Guadalupe Bervih y María Ana Tapia Sasot. Estará abierta al público desde el 20 de agosto hasta el 10 de septiembre.
Asimismo, se lanza Atlas Macocos, el libro editado por EUDEBA, escrito por la doctora en Letras Laura Cilento, también sobre la trayectoria de 40 años de Macocos.
Ambos actos tendrán sus respectivas inauguración y presentación el miércoles 27 de agosto, a las 18.30 horas, en el Centro Cultural Ricardo Rojas (Av. Corrientes 2038).
Los Macocos (Banda de Teatro) es un grupo teatral independiente que,
desde su fundación en 1985, ya lleva estrenados 20 espectáculos.
Integrada por Daniel Casablanca, Martín Salazar, Gabriel Wolf y Mar
Los Macocos son una banda de teatro que marcó más de una generación”, dice
Mariana Chaud. “La primera vez que los vi fue en el Rojas; de la obra no
recuerdo mucho, pero sí de la experiencia. Salí impactada por el despliegue
actoral y sobre todo por lo que ahora definiría como “lenguaje teatral”, esa
capacidad de poner el cuerpo y obtener un humor tan efectivo como ácido. La
producción del grupo es difícil de abarcar —casi 20 espectáculos—, pero no
quería dejar de mencionar La fabulosa historia de los inolvidables Marrapodi,
que para mí sigue siendo la mejor Enciclopedia del Teatro Argentino; Continente
viril, por la audacia de hacer una obra escrita por Alejandro Acobino; y,
siempre opinando con humor sobre el estado de las cosas, Los Albornoz. La
pregunta —que se mantiene en el tiempo— es ¿cómo hacen para armar una obra
entre todos? Me parece que me metí en este proyecto para darle una respuesta a
esa pregunta. Trabajar con Los Macocos es entrar en un caos creativo muy
divertido. ‘Llegar juntos donde nadie llega solo’”.
Los Macocos (Banda de Teatro) es un grupo teatral independiente que,
desde su fundación en 1985, ya lleva estrenados 20 espectáculos.
Integrada por Daniel Casablanca, Martín Salazar, Gabriel Wolf y Marcelo
Xicarts, esta agrupación (nacida en la ENAD, ex Conservatorio Nacional y actual
UNA) ha transitado todos los circuitos teatrales —tanto el comercial, como el
oficial y los circuitos alternativos/independientes— con gran respuesta de
público en cada nuevo espectáculo, al punto de tener ya una masa fiel que, obra
tras obra, no duda en volver a verlos. Teniendo como matriz su particularísimo
humor y el juego teatral (ya una marca registrada), no deja de lado un punto de
vista sobre el estado de las cosas y una “opinión” sobre ese statu quo.
Espectáculos como La fabulosa historia de los inolvidables Marrapodi son
estudiados en universidades, no sólo de Argentina, sino del mundo, para
investigar sobre la historia del teatro nacional. Dicha obra fue estrenada en
el Complejo Teatral de Buenos Aires, así como Los Albornoz, Supercrisol,
Androcles y el león o ¡Todo a la basura!, además de retrospectivas que
incluyeron otras obras como Continente viril y Fábula de la princesa Turandot.
En el Teatro Cervantes estrenaron Don Juan de acá y Don Quijote de las Pampas.
Su último espectáculo fue Maten a Hamlet. A lo largo de estos 40 años, Los
Macocos han recibido diversas nominaciones y premios como los A.C.E., María
Guerrero y Teatro del Mundo, y han realizado giras a nivel nacional. Asimismo
han participado en numerosos festivales internacionales (GREC-Barcelona,
Americartes-Washington y Craiova-Rumania, entre otros).
Mariana Chaud es actriz, autora, directora teatral. Escribió y dirigió
espectáculos en el circuito off y en el teatro oficial. Su última obra, Marcela
contra la máquina, es una coproducción de FIBA y premio ARTEI. Durante 2022
estrenó Familia no tipo y la nube maligna en la sala María Guerrero del Teatro
Nacional Cervantes. Ese mismo año presentó Pequeña Pamela en el Teatro
Sarmiento, como parte del ciclo Artista en residencia creado por Vivi Tellas,
que incluyó también una retrospectiva de cuatro obras de su autoría —Ubú
patagónico, Elhecho, Budín inglés y Sigo mintiendo—. En 2019 escribió y dirigió
el unipersonal La fiebre con Julieta Zylberberg. También reversionó el clásico
Jettatore! (coproducción de Fundación Proa y CTBA). En 2017 estrenó No me
pienso morir con Graciela Dufau en el Teatro Cervantes. Entre sus obras,
también se destacan En la huerta, Los sueños de Cohanaco, Isósceles y Tercera
expedición. Y entre sus colaboraciones figuran la dirección de Las Moiras y El
día más largo del mundo de Tamara Tenembaum, la versión audiovisual de Ubú
Patagónico junto a Alejo Moguillansky para la TV Pública, la dramaturgia de
Todos los miedos, con dirección de Romina Paula, y la puesta en escena de tiempodeamartiempodemorir
de Fritz Kater y Cotidianidad y éxtasis de Rebekka Kricheldorf, con el auspicio
del Instituto Goethe. Como actriz trabajó en obras de Lola Arias, Mariano
Pensotti, Javier Daulte, Matías Feldman, Luciano Suardi, Nora Moseinco y Santiago
Gobernori.
Las funciones se ofrecerán de miércoles a domingos a las 20.30 horas.
Duración: 90 minutos
Teatro San Martín. www.complejoteatral.gob.ar
Bibliografía: André Breton, Antología del humor
negro, Editorial Anagrama, Barcelona